viernes, 23 de octubre de 2009

Zapatitos de charol

Zapatitos de charol
que al mirarlos deslumbraban
y en mi cabello dos trenzas
que al viento se balanceaban.

Domingo frío de Ramos
y yo jugando en los charcos
que para mí eran mares
y mis zapatos, dos barcos.

“Como te vea tu madre
manchar los zapatos nuevos
se pondrá hecha una furia…
La verdad, no es para menos”

Y una traidora sonrisa
delataba su ternura
haciéndose con su mirada
cómplice de mi travesura.

Cuatro años por detrás
y la vida por delante.
De la mano de mi padre
paseando por el parque.

Princesa era en mis sueños
de un palacio de cristal
y protegiendo sus muros
mi padre era el guardián.

Y colgada de su mano
me sentía tan segura
que con solo ir a su lado
me crecía en estatura.

Como iba a imaginar
que en tanto que yo crecía,
siguiendo siempre mis pasos,
el guardián envejecía.

Zapatitos de charol
se me quedaron pequeños.
Las trenzas ya me corté.
Se terminaron los juegos.

Me hice mayor y volé
de mi diminuto mundo
mi padre me vio partir
hacia otro nuevo rumbo.

Y guardó mis zapatitos,
que antaño habían sido barcos,
y buscó, sin encontrar,
mi reflejo en los charcos.
Safe Creative #1005116266158

9 comentarios:

Mª Rosa dijo...

Que bonito Nuria y que entrañable, todos tenemos en nuestro baúl de los recuerdos algunos zapatitos de charol, has hecho por unos instantes que me transportara a mi infancia, no sé cómo lo haces, pero tus escritos me enternecen y me hacen bolar. He entrado pensando que no habría nada nuevo y me he llevado una grata sorpresa al ver la poesía.

Un abrazo
Mª Rosa

Amelia dijo...

Hola Núria, como más te leo mas me gusta lo que escribes, es tan sencillo y natural que me parecen momentos vividos hace muuuuuchos años.
Quien no ha pasado por los charcos con zapatitos nuevos y de charol, bajo la mirada cómplice de la madre y aunque esperando alguna regañina, pero firmes a pasar por el charco.
Petonets pels dos guapa

Núria dijo...

Mª Rosa, los zapatitos de charol representan para mí, y seguro que para tí también, una época de nuestra vida, la de la infancia.
Y la infancia lleva implícito eso...los charcos, el paseo con papá, el día festivo....Todas lo hemos vivido, no?
Gracias por tus palabras, guapa. Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo,
Núria

Núria dijo...

Amelia, claro que sí...quien no ha pasado por eso?? Forma parte de nuestra infancia y queda para siempre en nuestro recuerdo.
Todas hemos tenido zapatitos de charol y hemos chapoteado en los charcos...
Gracias por tus comentarios, guapetona. Petonets pels dos!
Núria

Anónimo dijo...

Con algunos de tus escritos, especialmente esos evocadores y que como dice el título de tu blog, salen del corazon, logras que se hagan patentes, sentimientos y recuerdos que dormían.
Esa frase de:

"y buscó, sin encontrar,
mi reflejo en los charcos"

Es que el tiempo pasa y todo cambia, nosotros y las personas y cincunstancias que nos rodeaban.
Sin esas personas y sin esas circunstancias, el reflejo que añoramos, nunca sera el mismo.

Un abrazo querida Nuria. karla

Núria dijo...

Sí, Karla, el reflejo nunca será el mismo, es cierto. Cuando escribí ésto, intenté ponerme en la piel de mi padre, intentando encontrar todavía algo de su pequeña, que fui yo.
Supongo que es un sentimiento muy oomún en los que tenemos hijos y nos parece, a veces, que crecen demasiado rápido...
Gracias por tu comentario, Karla. Un abrazo con todo mi cariño,
Núria

Anónimo dijo...

Núria, es muy bonito lo que has escrito, de verdad que me trae muchos recuerdos.
Muchisimas hemos llevado los zapatitos de charol, y lo elegantes que ibamos.
Me has echo despertar muchos recuerdos, y bonitos.
Sigue escribiendo, encuentro que lo haces con mucha naturalidad, por eso gusta,
Un beso guapa

Anónimo dijo...

Núria, perdona que no ha salido el nombre con el mensaje anterior,
Soy
Pilar15

Núria dijo...

Hola Pilar! Yo creo que sí, que todas o casi todas hemos llevado esos zapatitos de charol, que para mí significan más que eso...una época de la vida, una compañía que, en mi caso, ya no está...En fin, la infancia.
Me aelgro mucho de que te haya gustado y gracias por leerme.
Un beso, guapetona!
Núria