domingo, 8 de febrero de 2015

Nana

Luna de abril
y sol de mayo,
embelesada
te miro y callo.

Y calla el mundo
mudo de asombro
viendo que un ángel
duerme en mi hombro.

Despacio el tiempo,
y de puntillas,
roza tu cara
y se maravilla

mientras del cielo
miles de estrellas
celosas miran
a la más bella,

que entre mis brazos
sueña y suspira
y se que hay Dios
cuando me mira.

Duerme, mi niño,
que el firmamento
vela la paz


4 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Amiga querida, ¡bienvenida al mundo bloguero!. Tiempo que no escribías y no debe ser así, debes cuidar tu casita virtual, mira ¡que ya tiene telarañas mujer ja ja!...
Me alegra que retornes a las letras y lo hagas con ternura y belleza, como corresponde.
Abrazos todos.

Núria dijo...

Mi amiga querida, fuiste la primera en escribirme cuando inauguré este blog y ahora, un par de años después, vuelves a serlo en mi intento de reestreno...jajajaaa...
Gracias por tu apoyo incondicional y por recordarme siempre lo que no debo abandonar...
Miles de besos,
Núria

Candela Martí dijo...

Benretornada a les lletres que surten del cor, noieta.
Me hace feliz en ser la segunda persona que deje mi sentir ante este precioso poema, Núria.
La verdad, sincera y desnuda, me ha encantado y me ha recordado tu frescura y tu facilidad para versar en cualquier tema, en cualquiera...

Prohibido fugarse del blog sin pedir permiso.

Un abrazo enorme.

Núria dijo...

Mi estimada Candela,

gracias por tus palabras siempre cargads de cariño y ánimo! necesito ese empujoncito para volver a sumergirme en el mar de las rimas, pero me consta que tú estarás detrás mío para evitar que pegue la media vuelta...verdad que sí??
Una abraçada, bonica!

Núria